Queridas familias y alumnado
de la clase de los niños/as guapos, necesito que mi corazón exprese lo
importante que ha sido para mí el poder compartir con vosotros estos dos maravillosos años.
Esto no es una carta de
despedida sino de agradecimiento porque habéis hecho que venir a trabajar sea
el mayor lujo del que disfrutar con la mejor de las sonrisas.
Gracias por vuestras
sonrisas tan dulces, vuestros cariñosos abrazos, por esas palabras cargadas de
sabiduría y por todo el amor que he
recibido.
¡Qué gran regalo me tenía
preparado la vida!. Me siento la persona más afortunada de haber podido formar
parte de esta gran aula. Y por ello creo que sería injusto pedir algo más.
Dejo abierta la puerta a la
esperanza de volveros a ver. No dejo que la tristeza me invada, ya que todo lo
que pasa es por alguna razón. Pero estos años siempre quedarán grabados en mi
memoria con gran satisfacción y alegría.
Por ello no puedo ser
egoísta y acepto que llegó el momento de dejar pasar a otros grandes
profesionales para que puedan disfrutar
de todos vosotros como yo lo he hecho.
Familias, haciendo mención
también a las que nos han estado durante este curso, sois un ejemplo a seguir
en todos los sentidos. Un ejemplo de superación, de lucha, de reconocimiento en
defender que en la diversidad está la verdadera belleza del ser humano. Sois
para mí unas maravillosas personas con un corazón ilimitado. Gracias a vosotros
los niños/as con discapacidad no dejarán de ser eso, niños y niñas como todos
los demás. Hacéis que su vida sea más fácil y jovial. Estos niños/as no podrían
tener unos padres y madres mejor que vosotros y ellos/as lo saben.
Y mis niños/as guapos/as,
que me tienen enamora. Son unos chicos/as increíblemente especiales. Para mi
han sido los verdaderos maestros, no yo. Siempre mirándome con sus mejores sonrisas,
o dándome abrazos con gran ternura. Ellos me han enseñado que hay que disfrutar
de los pequeños detalles de cada día y que
hay que ver a los demás con los ojos del corazón. Además son expertos en dar
amor incondicional sin esperar nada a
cambio. Sois unos niños/as sobresalientes como personas.
Que gran suerte he tenido
en poder haber compartido tanto momentos
inolvidables con todos vosotros/as. Mil gracias por haberos convertido en la
luz de mi camino y siempre estaréis hospedados en mi corazón.
Un fuerte abrazo Seño
Paki
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